Si revisamos la prensa económica y cada vez más la generalista, encontraremos que uno de los conceptos que más difusión está teniendo durante los últimos años es el de disrupción tecnológica, concepto que relaciona los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad y el uso de nuevas tecnologías. No podemos olvidar que estas transformaciones o cambios disruptivos(1) acaban teniendo un impacto enorme tanto a nivel económico como social ya que modifican hábitos de consumo, ofrecen productos o servicios diferentes o de manera diferente y permiten una interacción distinta entre empresas y consumidores.
Como disrupciones tecnológicas especialmente reseñables, destacamos la irrupción de la inteligencia artificial en el análisis de nuestros hábitos de consumo a través de las grandes plataformas tecnológicas (Amazon, Alibaba, Google, etc.), la comunicación generalizada a través de redes sociales (Facebook, LinkedIn, Twitter, etc.) o la utilización de teléfonos inteligentes para realizar todo tipo de operaciones (compras on-line, pagos, descargas…).
Otro de los conceptos más relevantes relacionados con la revolución tecnológica es el de tecnología disruptiva, concepto que introdujo Christensen en 1997 para describir aquellas tecnologías que “llevan al mercado una proposición diferente a las existentes previamente”, especificando que, “los productos basados en las tecnologías disruptivas son típicamente más baratos, simples, pequeños, y frecuentemente más prácticos” (xix:2016). Un ejemplo de este tipo de tecnología son aquellos comparadores de ofertas de internet que facilitan la interacción y mejoran la experiencia del cliente a menor coste que las tecnologías existentes en el mercado.
Aunque una disrupción tecnológica puede tener su origen en una tecnología disruptiva de acuerdo con la definición de Christensen, no siempre es el caso. Por ejemplo, cuando el primer iPhone salió al mercado en 2007, era un producto mucho más caro y complejo que los móviles existentes en su momento, sin embargo, el éxito fue incuestionable y la transformación que ha sufrido el mundo de la movilidad tecnológica desde entonces ha sido impresionante.
Por tanto, es importante que tengamos claro el significado de ambos conceptos. También que entendamos que tanto las disrupciones tecnológicas como las tecnologías disruptivas suelen nacer de una combinación genuina que integra una gran capacitación técnica, una apuesta clara por la innovación y la utilización del pensamiento lateral(2) como medio para ser creativos desde la originalidad.
A continuación podrás leer un extracto de mí último libro “Competitividad estratégica. Estrategia y digitalización en la revolución tecnológica”, publicado en abril de 2019:
Airbnb es una empresa que tiene como misión principal ofertar alojamientos a través de su plataforma on-line. La compañía fue constituida por Brian Chesky, Joe Gebbia y Nathan Blecharczy en el año 2008. La idea de negocio nace de la dificultad para pagar el alquiler del piso que Chesky y Gebbia comparten como estudiantes en San Francisco y la necesidad de generar ingresos adicionales.
La maduración de internet como un canal comercial fiable y la consolidación del concepto de plataforma digital como una opción que permite la interacción entre personas que se encuentran en diferentes ubicaciones geográficas, han ayudado a crear y desarrollar un negocio que hace unos años era comercialmente impensable. El modelo de negocio de Airbnb ha sabido introducir modificaciones sustanciales en los recursos y capacidades estratégicas que han dominado durante décadas el sector hotelero, ya que ha sustituido la propiedad de hoteles o enormes resorts, por una plataforma on-line que fomenta la participación de tanto oferentes como demandantes en base a unas normas de admisión y funcionamiento diseñadas para generar confianza.
Como garantía para generar esta confianza, ofrece un servicio de atención al cliente todos los días del año, un rating para valorar la estancia de los huéspedes y la opción de que éstos publiquen sus comentarios en la plataforma.
El portafolio de la empresa es muy extenso y depende de todo aquella persona que quiera incluir su casa en la plataforma, siendo muy importantes los efectos de red, es decir, el aumento de usuarios que se produce en la web de Airbnb debido al enorme número de participantes existentes en la plataforma. Aunque la idea original fue ofrecer alojamientos económicos en lugares razonablemente bien ubicados, la empresa está ampliando su base de servicios mediante las denominadas “experiencias” (conciertos, rutas turísticas…), o la inclusión de restaurantes en la Website.
En cuanto a la segmentación, Airbnb está enfocada a aquellos turistas que buscan una estancia económica sin servicios adicionales (colada, servicio de habitación, catering…) en una buena ubicación. No obstante, mediante el ofrecimiento de alojamientos exclusivos (Airbnb Plus) busca un público más selecto, menos sensible al precio y que busca otro tipo de estancia. También ofrece alojamientos para familias y empresas (viajes de negocio).
Como nos muestra el ejemplo de Airbnb, el modelo de negocio juega un papel fundamental en las disrupciones tecnológicas puesto que en último término, no se trata de ofrecer al mercado una determinada app o un producto más avanzado tecnológicamente que la competencia, sino el diseño y la implementación de un modelo integral, coherente y competitivamente estratégico.
Notas:
(1) El cambio disruptivo “se suele utilizar para describir las transformaciones radicales que se producen principalmente en el ámbito empresarial debido al uso de las nuevas tecnologías” (Peña, 2019:21).
(2) Pensamiento lateral: metodología creado por Edward de Bono para pensar de una manera creativa y no convencional ante la resolución de problemas.
Referencias:
– Christensen, C.M. (1997). “The Innovator´s Dilemma”. Boston: Harvard Business Review Press.
– Peña, D. (2019). “Competitividad estratégica. Estrategia y digitalización en la revolución tecnológica”. Madrid: Editorial Rama.
